miércoles, 30 de noviembre de 2011

ARTE – IV BIMESTRE – 3ro de Secundaria

Teatro Latinoamericano

La existencia de un teatro prehispánico ha sido muy discutida ya que se poseen escasos datos sobre cómo pudieron haber sido las manifestaciones espectaculares de los pueblos precolombinos, pues la mayor parte de ellas tenían carácter ritual, por lo tanto, más que espectáculos en sí, eran formas de comunión que se celebraban durante las festividades religiosas. Las representaciones rituales precolombinas consistían básicamente en diálogos entre varios personajes, algunos de origen divino y otros representantes del plano humano.

Existe, sin embargo, un único texto dramático maya, descubierto en 1850, el Rabinal Achí, que narra el combate de dos guerreros legendarios que se enfrentan a muerte en una batalla ceremonial. Su representación depende de elementos espectaculares como el vestuario, música, danza y expresión corporal, sin ninguna influencia de origen europeo.

El resto de las tradiciones rituales sobreviven debido al sincretismo derivado de la fusión de las culturas autóctonas con la europea, con lo cual muestran hasta hoy un aspecto singular que no corresponde ni al indígena ni al español. Tal es el caso de las celebraciones religiosas populares mexicanas de Semana Santa en Iztapalapa y en Taxco o la celebración del Día de los Muertos.

Los esfuerzos de evangelización de los misioneros españoles se apoyaron en el teatro, que constituyó el instrumento básico para formar una mentalidad distinta a la cosmovisión indígena, así como para informar de la concepción europea. Las representaciones de los autos sacramentales se apoyaban básicamente en la música, los trajes, cantos, bailes y pantomimas que facilitaban la comunicación entre espectáculo y público que aún no dominaba el castellano. De este tipo de teatro sobreviven las "pastorelas", obras de carácter tragicómico representadas aún en México durante las festividades navideñas. La acción de todas ellas muestra las 'tentaciones' impuestas por una serie de diablos cómicos, que deben ser superadas por los pastores en el camino hacia el portal de Belén para adorar al niño Dios. Estas obras son un símbolo del camino de la vida que tiene como meta la contemplación de Dios.

En general la producción latinoamericana hasta la independencia, a principios del siglo XIX, estuvo influida en gran medida por el teatro español. A partir de finales de ese mismo siglo tal influencia se vio acrecentada especialmente por autores como Leandro Fernández de Moratín, José Zorrilla y José Echegaray, cuya influencia, junto con la de Jacinto Benavente, avalados ambos por el Premio Nobel, definió un modelo de teatro bastante antiguo en su concepción para ese momento.

En el siglo XX, con la llegada del realismo y las vanguardias europeas, ese teatro latinoamericano comenzó a ocuparse de su realidad particular y a buscar sus propias técnicas de expresión.

Teatro Argentino

El teatro argentino acusó una gran dependencia del teatro europeo (español, italiano y francés) hasta finales del siglo XIX. Entre los teatros más sobresalientes construidos antes del 1900 están el Colón, los de la Opera y Variedades, Liceo, Politeama, Nacional, Etc. desde los años (1857-1893) estos son los más sobresalientes. Juntos a ellos otros teatros de calles.

Unos y otros poseen una característica: se hallan en manos de elencos extranjeros, particularmente españoles e italianos pero también franceses, ingleses y de otras lenguas. En unos se ofrece el gran repertorio universal, clásico y moderno, animado por los artísticos dramáticos y lírico de mayor fama mundial. En otros se compone las carteleras con zarzuelas, bodeviles y piezas de diversión de variado origen y, ya hacia fines del siglo, abunda en ellos el llamado "genero chico" hispano. El gran teatro es mantenido por una elite para su particular necesidad cultural, regusto artístico o simple figuración social. En la escala menor también es frecuentado por dicha elite, en tren de "francachela" o entretenimiento, pero la programación se dirige y atrae a un publico más popular en todo sentido. Mucho influye así mismo, por supuesto, los muchos costos de las entradas, mas al alcance y la liberalidad que existe para asistir a los espectáculos. Pero, importa señalarlo, por varias décadas se carece no solo de un teatro de obras nacionales, sino también un elenco integrados por artistas criollos que pueda interpretar, sin falseamientos de ninguna índole, a los autores locales. Que nunca a faltado y por entonces ven obligados a entregar sus obras a prestigiosos conjuntos extranjeros, particularmente españoles (como le ocurre a Martín Coronado), o traducirlas a otro idioma que es lo que hacen Nicolás Granadas con dos de sus piezas, para que pueda ser estrenadas por una compañía italiana este es el panorama escénico, muy ceñido, por cierto abarca desde Caseros y llega, sin demasiadas variantes conceptuales hasta comenzar la ultima del siglo pasado.

En 1886, el "Circo de los hermanos Carlo" encargó a Eduardo Gutiérrez la adaptación de su novela Juan Moreira (1879) para ser presentada como espectáculo ecuestre-gauchesco-circense. El papel principal estuvo a cargo del actor José Podestá quien más tarde perfeccionó la adaptación de Gutiérrez que consistió en un mimodrama, convirtiendo Juan Moreira en el drama con el cual se inicia el teatro argentino con temas de espíritu nacional apoyados en la figura del gaucho, que conforma todo un ciclo en la literatura no sólo argentina, sino también uruguaya. Las obras del Ciclo gauchesco sitúan su acción en la Pampa y tratan acerca de los abusos e injusticias sufridos por los gauchos, la defensa de valores sociales y los conflictos con las autoridades debidos a la desigualdad social.

El realismo se estableció con Florencio Sánchez (1875-1910), que aunque nacido en Uruguay ganó su prestigio internacional en Argentina con obras como Barranca abajo (1905). Samuel Eichelbaum (1894-1967) es uno de los autores de más fuerte personalidad en el teatro argentino de principios del siglo XX. Llevó la crudeza del naturalismo al teatro con una fuerza dramática excepcional como puede apreciarse en La mala sed (1920), Un guapo del 900 (1940) y Dos brasas (1955).

En contraposición con el realismo se sitúa el teatro de Conrado Nalé Roxlo (1898-1971) con comedias como La cola de la sirena (1941) o El pacto de Cristina (1945), dramas de vuelo poético y más cercanos al simbolismo.

Durante la década de 1930 se formó el Teatro del pueblo, grupo teatral que mostró gran interés por la experimentación y la búsqueda de nuevas técnicas escénicas que dejaron a un lado el teatro de autor para centrarse en la figura del director. Esto tuvo como consecuencia la formación de un nuevo público, más intelectual y menos popular, interesado por la renovación vanguardista.

Surgieron entonces una serie de dramaturgos importantes como Roberto Arlt con La isla desierta (1937), obra inquietante acerca de la burocracia atrapada entre sus deseos y ansiedades y el mundo cotidiano e inmóvil en que se desarrolla su actividad. Otros dramaturgos importantes son Carlos Gorostiza El puente (1949), Agustín Cuzzani; Andrés Lizárraga. Osvaldo Dragún, muy atento a la problemática socioeconómica utiliza una vigorosa técnica expresionista y recursos brechtianos en obras como La peste viene de Melos (1956) e Historia de mi esquina (1959).

Griselda Gambaro y Eduardo Pavlosky representan la renovación vanguardista surgida a partir de los años 1960, década en la cual se alcanzó una gran libertad de expresión respecto a los problemas sociopolíticos. Ricardo Monti es otro de los autores tardíos destacados de este movimiento con obras como Los siameses (1967), El campo (1968), Una noche con el señor Magnus e hijos (1970) e Historia tendenciosa de la clase media argentina (1971).

El régimen militar y su censura dieron paso a obras grotescas y simbólicas alusivas a la situación social; a este ciclo pertenecen La nona (1977) de Roberto Cosa y Telarañas (1977) de Pavlosky. Otros esfuerzos de protesta contra el régimen fueron los realizados por el Teatro abierto fundado en 1981 dedicado a representar obras de autores reconocidos y de jóvenes valores, entre los que destaca Eugenio Griffero con El príncipe azul (1982), que trata sobre los roles sociales rígidos que llevan a la traición de los más auténticos y vivos sentimientos.

Con el restablecimiento de la democracia, la fórmula teatral imperante perdió su sentido y la escena volvió a ser ocupada por los autores ya consagrados como Gambaro, La mala sangre (1982); Pavlosky con Potestad (1985), y Cossa con Los compadritos. A partir de 1983 han surgido nuevos nombres como Juan Carlos Badillo, Daniel Dátola, Nelly Fernández Tiscornia, Emeterio Cerro y Carlos Viturelo.

Latinoamericano, Teatro, teatro de los pueblos de México, Centroamérica, Sudamérica y el Caribe cuya lengua madre es el español. La existencia de un teatro prehispánico ha sido muy discutida ya que se poseen escasos datos sobre cómo pudieron haber sido las manifestaciones espectaculares de los pueblos precolombinos, pues la mayor parte de ellas tenían carácter ritual, por lo tanto, más que espectáculos en sí, eran formas de comunión que se celebraban durante las festividades religiosas. Las representaciones rituales precolombinas consistían básicamente en diálogos entre varios personajes, algunos de origen divino y otros representantes del plano humano.

Existe, sin embargo, un único texto dramático maya, descubierto en 1850, el Rabinal Achí, que narra el combate de dos guerreros legendarios que se enfrentan a muerte en una batalla ceremonial. Su representación depende de elementos espectaculares como el vestuario, música, danza y expresión corporal, sin ninguna influencia de origen europeo.

El resto de las tradiciones rituales sobreviven debido al sincretismo derivado de la fusión de las culturas autóctonas con la europea, con lo cual muestran hasta hoy un aspecto singular que no corresponde ni al indígena ni al español. Tal es el caso de las celebraciones religiosas populares mexicanas de Semana Santa en Iztapalapa y en Taxco o la celebración del Día de los Muertos.

Los esfuerzos de evangelización de los misioneros españoles se apoyaron en el teatro, que constituyó el instrumento básico para formar una mentalidad distinta a la cosmovisión indígena, así como para informar de la concepción europea. Las representaciones de los autos sacramentales se apoyaban básicamente en la música, los trajes, cantos, bailes y pantomimas que facilitaban la comunicación entre espectáculo y público que aún no dominaba el castellano. De este tipo de teatro sobreviven las 'pastorelas', obras de carácter tragicómico representadas aún en México durante las festividades navideñas. La acción de todas ellas muestra las 'tentaciones' impuestas por una serie de diablos cómicos, que deben ser superadas por los pastores en el camino hacia el portal de Belén para adorar al niño Dios. Estas obras son un símbolo del camino de la vida que tiene como meta la contemplación de Dios.

En general la producción latinoamericana hasta la independencia, a principios del siglo XIX, estuvo influida en gran medida por el teatro español. A partir de finales de ese mismo siglo tal influencia se vio acrecentada especialmente por autores como Leandro Fernández de Moratín, José Zorrilla y José Echegaray, cuya influencia, junto con la de Jacinto Benavente, avalados ambos por el Premio Nobel, definió un modelo de teatro bastante antiguo en su concepción para ese momento.

En el siglo XX, con la llegada del realismo y las vanguardias europeas, ese teatro latinoamericano comenzó a ocuparse de su realidad particular y a buscar sus propias técnicas de expresión.

El advenimiento de las teorías de Bertold Brecht halló un buen campo de cultivo en Latinoamérica, aquejada por problemas políticos y con la necesidad de concienciar a su población. De aquí han surgido teóricos y dramaturgos importantes como el colombiano Enrique Buenaventura y su trabajo en el TEC (Teatro Experimental de Cali), o Augusto Boal, en Brasil, quien ha desarrollado técnicas de teatro callejero y para obreros en su libro Teatro del oprimido (1975). Grupos como 'Rajatabla' y 'La Candelaria' se han preocupado por hacer del teatro un instrumento de discusión de la realidad social sin dejar a un lado el aspecto espectacular y estético del mismo.

México

A partir de la época colonial, el teatro se basó completamente en los modelos europeos. A finales del siglo XVII, destacó en México sor Juana Inés de la Cruz, autora de Los empeños de una casa, comedia de enredo con influencia calderoniana cuya acción transcurre en Madrid y con personajes típicos de las comedias de la época; Amor es más laberinto, en la cual recurre a personajes de la mitología griega y El cetro de José y El divino Narciso (1688), autos sacramentales en los cuales intervienen personajes mexicanos.

Aunque nacido en Taxco, México, Juan Ruiz de Alarcón realizó sus estudios y su trabajo en España. Escrita bajo una concepción moral a la manera griega clásica, su obra se diferencia de la de sus contemporáneos en una mayor meticulosidad en la preparación de la trama y los versos, así como en la aguda observación psicológica del carácter. En sus obras los vicios son condenados, a diferencia de las comedias de Lope de Vega, en las cuales el final feliz, a toda costa, es el fin perseguido. Sus personajes no son como los de Lope, derivados de las necesidades de la trama o simbólicos como los de Calderón de la Barca. Ruiz de Alarcón construye la acción a partir del carácter de los personajes, que sirve de impulso para proyectar el mundo interior y el mecanismo de cada obra. Entre sus obras más importantes están: Las paredes oyen (1628) y Ganar amigos (1634).

Varios años después de la independencia se reanuda una producción dramática digna de mención. Autores importantes de este periodo son Manuel Eduardo de Gorostiza (1789-1851) con su obra Contigo, pan y cebolla (c.1830), comedia en la que satiriza el sentimentalismo de los románticos, y Fernando Calderón (1809-1845) con A ninguna de las tres (1849), obra muy influida por el espíritu romántico del dramaturgo español Bretón de los Herreros.

De tal influencia, aunque trasladada a escenarios y personajes mexicanos surgieron autores como José Joaquín Gamboa que en la década de 1920 escribió La venganza de la gleba, obra sin embargo de temática social en la que se trata la desigualdad, la opresión entre clases y el derecho de pernada como uno de tantos abusos y formas de explotación que los latifundistas ejercían sobre los campesinos.

En 1902 fue fundada la Sociedad de Autores Dramáticos que se interesó por organizar lecturas de obras de autores mexicanos. Tal circunstancia fomentó la aparición de dramaturgos que, sin embargo, tenían que competir con el teatro llegado de España. Fue en 1928, con la formación del grupo Ulises que se inició un movimiento de vanguardia y renovación teatral encabezado por Xavier Villaurrutia y Salvador Novo, quienes, junto con Rodolfo Usigli, se dedicaron a la traducción de obras de importantes autores contemporáneos como Henrik Ibsen, August Strindberg, Luigi Pirandello, Henri-René Lenormand, Bernard Shaw, Antón Chéjov, Eugene O'Neill y otros muchos. Más tarde en 1932 se formó el grupo del Teatro Orientación, fundado por el dramaturgo Celestino Gorostiza preocupado por las innovaciones escénicas. Fue este grupo el que introdujo las técnicas de directores teatrales como Gordon Craig, Max Reinhardt y Erwin Piscator.

En los años 1950, Salvador Novo funda el Teatro la Capilla y presenta las obras de Samuel Beckett y Eugène Ionesco. De los trabajos de Villaurrutia, Novo y Usigli surgió más tarde el teatro universitario y la carrera de Literatura Dramática y Teatro de la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Los tres, junto con Celestino Gorostiza, formaron importantes generaciones de actores, directores y dramaturgos y gracias a ellos el teatro mexicano comenzó a adquirir personalidad y a tratar problemas propios tomando como punto de partida la realidad del espectador a quien va dirigido.

El primer gran dramaturgo mexicano es, sin lugar a dudas, Rodolfo Usigli, autor de una gran producción rica en matices. Entre sus obras destacan: El gesticulador (1937), Corona de fuego (1960), Corona de sombra (1943), Corona de luz (1964), Medio tono (1937) y Los viejos (1970).

La llegada a México del director teatral japonés Seki Sano, alumno de Stanislavski, supuso una influencia de primera mano del realismo como técnica de dirección y actuación. Fue su montaje de Un tranvía llamado deseo, del autor estadounidense Tennessee Williams, lo que influyó definitivamente en la formación de una generación de dramaturgos con un sólido conocimiento y dominio de la técnica teatral: Emilio Carballido, con Rosalba y los llaveros (1950) o Rosa de dos aromas (1985), que en la década de 1980 alcanzó cinco años de temporada y más de 2.500 representaciones; Luisa Josefina Hernández, Los frutos caídos (1957); Héctor Mendoza, La danza del Urogallo múltiple (1970), Oriflama y Zona templada (1991) son sólo algunas de las obras importantes de su extensa producción y Sergio Magaña con Los signos del zodíaco (1951) y Moctezuma II (1954), cuyas obras inauguraron un nuevo ciclo en el teatro mexicano y el conjunto de su obra es hoy modelo de creación, debido a su perfección técnica, libertad estructural, diversidad temática y profunda observación de su sociedad.

Esta generación de autores creó la necesidad de unos directores capaces de comprender y asimilar el universo planteado en las nuevas obras. Surgen también directores innovadores y preocupados por la experimentación y el manejo de nuevos recursos escénicos, entre los que destacan: Héctor Mendoza, Luis de Tavira, Julio Castillo, Ludwick Margules, José Luis Ibáñez y Juan José Gurrola.

También destacan en el panorama teatral mexicano, Luis G. Basurto con El candidato de Dios (1987); Héctor Azar, Hugo Argüelles y Vicente Leñero, cuya obra Los albañiles (1964) está basada en las técnicas del teatro documento apoyado en sucesos sensacionalistas extraídos de los diarios o de la historia del país que luego recrea eficazmente en escena.

Destacan además los nombres de Óscar Villegas, hábil autor cuyas obras poseen una fuerza dramática impresionante; Willebaldo López, Pilar Campesino, Hugo Iriart, Jesús González Dávila, Óscar Liera, Juan Tovar, Víctor Hugo Rascón Banda, Sabina Berman y recientemente, Hugo Salcedo, ganador en 1989 del premio Tirso de Molina por El viaje de los cantores.

Cada año se celebran en México dos importantes festivales artísticos internacionales en los cuales el teatro tiene un papel preponderante, el 'Festival Cervantino' de Guanajuato y el 'Festival de la Ciudad de México'.

Es digno de mencionar el movimiento de teatro campesino surgido en un esfuerzo por acercar al teatro a los indígenas residentes en la selva de Tabasco. En un principio se trabajó con obras de la literatura universal. Su espectáculo más conocido ha sido Bodas de sangre (1933), de Federico García Lorca en el cual participó la comunidad entera en el montaje de un espectáculo en el que todos eran actores y el mismo pueblo la escenografía. Más tarde, autores reconocidos han escrito obras más cercanas a su realidad.

Argentina

Como en el resto de los países latinoamericanos, el teatro argentino acusó una gran dependencia del teatro europeo (español, italiano y francés) hasta finales del siglo XIX. En 1886, el 'Circo de los hermanos Carlo' encargó a Eduardo Gutiérrez la adaptación de su novela Juan Moreira (1879) para ser presentada como espectáculo ecuestre-gauchesco-circense. El papel principal estuvo a cargo del actor José Podestá quien más tarde perfeccionó la adaptación de Gutiérrez que consistió en un mimodrama, convirtiendo Juan Moreira en el drama con el cual se inicia el teatro argentino con temas de espíritu nacional apoyados en la figura del gaucho, que conforma todo un ciclo en la literatura no sólo argentina, sino también uruguaya. Las obras del Ciclo gauchesco sitúan su acción en la Pampa y tratan acerca de los abusos e injusticias sufridos por los gauchos, la defensa de valores sociales y los conflictos con las autoridades debidos a la desigualdad social.

El realismo se estableció con Florencio Sánchez (1875-1910), que aunque nacido en Uruguay ganó su prestigio internacional en Argentina con obras como Barranca abajo (1905). Samuel Eichelbaum (1894-1967) es uno de los autores de más fuerte personalidad en el teatro argentino de principios del siglo XX. Llevó la crudeza del naturalismo al teatro con una fuerza dramática excepcional como puede apreciarse en La mala sed (1920), Un guapo del 900 (1940) y Dos brasas (1955).

En contraposición con el realismo se sitúa el teatro de Conrado Nalé Roxlo (1898-1971) con comedias como La cola de la sirena (1941) o El pacto de Cristina (1945), dramas de vuelo poético y más cercanos al simbolismo.

Durante la década de 1930 se formó el Teatro del pueblo, grupo teatral que mostró gran interés por la experimentación y la búsqueda de nuevas técnicas escénicas que dejaron a un lado el teatro de autor para centrarse en la figura del director. Esto tuvo como consecuencia la formación de un nuevo público, más intelectual y menos popular, interesado por la renovación vanguardista.

Surgieron entonces una serie de dramaturgos importantes como Roberto Arlt con La isla desierta (1937), obra inquietante acerca de la burocracia atrapada entre sus deseos y ansiedades y el mundo cotidiano e inmóvil en que se desarrolla su actividad. Otros dramaturgos importantes son Carlos Gorostiza El puente (1949), Agustín Cuzzani; Andrés Lizárraga. Osvaldo Dragún, muy atento a la problemática socioeconómica utiliza una vigorosa técnica expresionista y recursos brechtianos en obras como La peste viene de Melos (1956) e Historia de mi esquina (1959).

Griselda Gambaro y Eduardo Pavlosky representan la renovación vanguardista surgida a partir de los años 1960, década en la cual se alcanzó una gran libertad de expresión respecto a los problemas sociopolíticos. Ricardo Monti es otro de los autores tardíos destacados de este movimiento con obras como Los siameses (1967), El campo (1968), Una noche con el señor Magnus e hijos (1970) e Historia tendenciosa de la clase media argentina (1971).

El régimen militar y su censura dieron paso a obras grotescas y simbólicas alusivas a la situación social; a este ciclo pertenecen La nona (1977) de Roberto Cosa y Telarañas (1977) de Pavlosky. Otros esfuerzos de protesta contra el régimen fueron los realizados por el Teatro abierto fundado en 1981 dedicado a representar obras de autores reconocidos y de jóvenes valores, entre los que destaca Eugenio Griffero con El príncipe azul (1982), que trata sobre los roles sociales rígidos que llevan a la traición de los más auténticos y vivos sentimientos.

Con el restablecimiento de la democracia, la fórmula teatral imperante perdió su sentido y la escena volvió a ser ocupada por los autores ya consagrados como Gambaro, La mala sangre (1982); Pavlosky con Potestad (1985), y Cosa con Los compadritos. A partir de 1983 han surgido nuevos nombres como Juan Carlos Badillo, Daniel Dátola, Nelly Fernández Tiscornia, Emeterio Fierro y Carlos Viturelo.

Uruguay

Durante las décadas de 1970 y 1980 destacó la actividad de El Galpón, grupo que se caracterizaba por el cuidadoso trabajo de dirección y la preparación de actores. Al desintegrarse, a mediados de 1980, varios de sus miembros afincados en México fundaron Contigo América, dirigidos por Blas Braidot.

El régimen militar instaurado a partir de 1973 lanzó al exilio a los dramaturgos más importantes comprometidos con la situación político-social. Tal situación paralizó casi completamente la actividad teatral del país. Autores importantes son Jacobo Langsner con obras como La gotera (1973), Esperando la carroza (1974) y La planta (1981); y Víctor Manuel Leites con Doña Ramona (1974), que alcanzó gran éxito en México representada por el grupo Contigo América, que realizó una interesante propuesta escénica llevada a cabo en la planta baja de una vivienda. Durante la representación los espectadores se situaban en butacas apoyadas en los muros, de tal manera que ninguno poseía el mismo punto de visión, lo cual daba la impresión de estar asistiendo como espectador accidental a la actividad cotidiana de los personajes.

Las dictaduras militares han afectado de diversos modos a la producción teatral en Sudamérica: en algunas ocasiones la han hecho desaparecer; sin embargo, en otras, su censura ha estimulado la búsqueda de nuevos recursos dramáticos y escénicos.

Perú

Es importante resaltar el trabajo del dramaturgo Sebastián Salazar Bondy (1924-1965) con El fabricante de deudas (1962) y Rabdomante (1965). En todas ellas aborda temas de la realidad social de su país en tono de farsa y basado en técnicas brechtianas.

Colombia

Es uno de los países donde la actividad teatral a nivel de propuestas escénicas de creación colectiva se ha desarrollado con más fuerza. Destacan los trabajos experimentales de Enrique Buenaventura (La tragedia de Henri Christophe, 1963) a la cabeza del Teatro experimental de Cali (TEC). Otros grupos importantes son La Candelaria y El Búho. Tiene gran importancia a nivel internacional el Festival teatral de Manizales.

lunes, 19 de septiembre de 2011

ARTE – III BIMESTRE – 3ro de Secundaria

CLASIFICACIÓN DE INSTRUMENTOS MUSICALES

Clasificar los instrumentos musicales es agruparlos en grupos de acuerdo a sus características comunes. Pueden ser clasificados según su constitución, las características de su sonido o de que forma producen dicho sonido.

Se han utilizado en varias ocasiones, y en diversas culturas, diferentes clasificaciones de instrumentos musicales.

Normalmente, el sistema tu kire ve dime utilizado actualmente en el oriente clasifica a los instrumentos en instrumentos de cuerda, instrumentos de viento, e Instrumento de percusión. Sin embargo los otros se han ideado y algunas culturas diferentes utilizan diferentes esquemas.

El esquema más antiguo conocido de clasificación de instrumentos musicales es chino y data del siglo cuarto antes de Cristo. Agrupa a los instrumentos de acuerdo a como están constituidos. Están en un grupo todos los instrumentos hechos de piedra, todos los hechos de madera están en otro, los hechos de mmgseda están en tercera clasificación, y así sucesivamente.

Más usualmente, los instrumentos se clasifican de acuerdo a cómo se produce inicialmente el sonido (independientemente del post-procesamiento, es decir, una guitarra eléctrica sigue siendo una instrumento de cuerda con independencia de los efectos de pedales computacionales analógicos o digitales que se le agreguen cuando el aparato recibe la señal acústica).

Cuerdas, percusión y el viento

El sistema usado hoy en el occidente, que clasifica a los instrumentos como viento, cuerdas y percusión, data de la antigua Grecia. Más tarde, esta clasificación fue ampliada por Martin Agricola, que distinguió instrumentos de cuerda pulsada, como guitarra, de los instrumentos de cuerda frotada, como violín. Hoy en día, la música clásica no siempre mantiene esa división (aunque los instrumentos de cuerdas pulsadas se distinguen de los de cuerda frotada en las partituras), pero hay una distinción entre los instrumentos de viento con una caña (instrumentos de viento-madera) y los instrumentos de viento en general, donde el aire se pone en movimiento directamente sobre los labios (Instrumento de viento-metal).

Esta clasificación clásica se aplica en el contexto de la orquesta sinfónica, tanto en lo que se refiere a la orquestación y el análisis musical como a la dirección. La asignación mutua entre ambas clasificaciones es la siguiente:

  • Los instrumentos de cuerda de la orquesta sinfónica son todos cordófonos.
  • Los instrumentos de viento son todos aerófonos.
  • Los instrumentos de percusión se reparten entre los grupos membranófonos e idiófonos.
  • Los instrumentos de teclado pueden ser cordófonos, aerófonos, idiófonos o electrófonos.
  • El único electrófono admitido como parte de la orquesta sinfónica son las Ondas Martenot.

En el mismo contexto, la subdivisión usual de los instrumentos de viento se establece entre los siguientes grupos: el de los Instrumentos de madera, que independientemente del material de que están construidos incluye a los aerófonos de bisel (flautas), de lengüeta simple (clarinetes), de lengüeta doble (oboes) y de lengüeta libre (acordeón), y el de los Instrumentos de metal, que comprende a los aerófonos de embocadura.

Fuera del contexto de la orquesta sinfónica podemos observar que los estudios formales de música (p. ej. en los conservatorios) comprenden instrumentos fuera de la orquesta como la guitarra (un cordófono) o el saxofón (un aerófono de lengüeta simple).

Hay, sin embargo, problemas con este sistema. Se ha visto que algunas pocas veces los instrumentos no occidentales no se ajustan muy cuidadosamente a la última clasificación dicha. Por ejemplo, un instrumento antiguo que rara vez se ve hoy en día, el serpentón, debería ser clasificado como un instrumento de metal, como una columna de aire que se pone en marcha por los labios. Sin embargo, se parece más a un instrumento de viento, y está más cerca de el en muchos aspectos, con los dedos colocados en los orificios de control de paso, en vez de válvulas. También hay problemas con la clasificación de ciertos instrumentos de teclado. Por ejemplo, el piano tiene cuerdas, pero son golpeadas por los martillos, por lo que no está claro si debe ser clasificado como un instrumento de cuerda, o un instrumento de percusión. Por esta razón, los instrumentos de teclado son muchas veces considerados como pertenecientes de una categoría propia, incluidos todos los instrumentos tocados por un teclado, ya sea que han afectado a las cadenas (como el piano), cuerdas pulsadas (como el clavecín) o sin condiciones en absoluto (como la celesta). Se podría decir que con estas categorías extras, el sistema clásico de clasificación de instrumentos se centra menos en el modo fundamental en que los instrumentos producen un sonido, y más en la técnica necesaria para reproducirlos.

Por rango de instrumentos

Normalmente, los instrumentos occidentales también son clasificados por su rango musical en comparación con otros instrumentos de la misma familia. Estos términos se nombran después de cantar las clasificaciones de voz:

  • Instrumentos sopranos: flauta, clarinete, flauta dulce, violín, trompeta, oboe, saxofón soprano
  • Instrumentos alto: flauta alta, viola, trompa, saxofón alto
  • Instrumentos tenores: corno inglés, trombón, saxofón tenor
  • Instrumentos barítonos: violonchelo, clarinete bajo, fagot, saxofón barítono
  • Instrumentos bajos: contrabajo, tuba, saxofón contrabajo

INSTRUMENTOS MUSICALES PERUANOS

Q U E N A

La Quena es el aerófono (su sonido es producido por vibración de aire) más importante de la región Andina y su área de dispersión abarca casi todo el continente americano, existiendo, con ligeras variantes en Venezuela, Colombia, Andes ecuatorianos, Perú, Bolivia, Noroeste argentino, norte grande chileno y en algunos lugares del Amazona brasilero.
Z A M P O Ñ A

La zampoña es un aerófono de soplo y de filo, formado por una serie de tubos contiguos, monófonos, sin canal de insuflación y de posición vertical, que forma un solo cuerpo, cada tubo con su propia altura de sonido según su largo, por lo común de 7 a 60 cm; así como su diámetro varía entre 1 a 2,2 cm, por lo general, pero sin que esta medida influya en su dicha altura de sonido. El número de tubos fluctúa entre seis a ocho por hilera, en circunstanacias de que hay zampo&mtilde;as de una y dos hileras, y que habitualmente en las de una, los tubos están cerrados en su extremo inferior y que en las de dos,los de la anterior están abiertos en ese extremo y los de la posterior, cerrados; en este segundo caso, los tubos de la hilera anterior son más cortos que los de la posterior, ésta, vale decir, la más cercana a la boca de ejecutante.
PINKULLO:
Héctor Luis Goyena en "Música Tradicional Argentina" nos lo describe como una típica flauta de pico que se hace con caña, con 6 orificios de digitación equidistantes en la mitad distal de la pared anterior y a veces un séptimo en la opuesta y una longitud promedio de 40 cm. Su empleo en la región noroeste disminuye gradualmente, aunque aún suele oírsela en niños y adolescentes.
ARPA:
Es un cordófono de forma casi triangular, que se ejecuta con las dos manos. Deriva del arpa europea y su área de dispersión comprende las provincias de Corrientes, Salta, Tucumán fundamentalmente, Santiago del Estero, Catamarca. Existen dos tipos de arpas: cromática y diatónica. Esta última es la que se utiliza en el interior de nuestro país.

CHARANGO:
Es una guitarrilla criolla, muy difundida en el norte de nuestro país, especialmente en Salta y Jujuy. Para la construcción del charango se utiliza como caja de resonancia la caparazón de un armadillo disecado, por lo general, se utiliza el quirquincho. El encordado consta de cinco pares de cuerdas. Se lo usa para acompañar bailecitos, carnavalitos o huainos... en algunas oportunidades, solo.

GUITARRA:
Es el más difundido de todos los instrumentos musicales, ya que su área de dispersión comprende prácticamente todo el país. Indudablemente no es un instrumento autóctono pero su fuerte arraigo lo hace como el más común para la música folklórica. Se la utiliza para acompañar el canto o como único instrumento.

SONAJERO DE UÑA:

Como la maraca, el sonajero de uñas es usado por los aborígenes del Chaco y Formosa. Se construye con cáscaras, uñas de animales u otros objetos, unidos en forma de tiras, racimos o hileras, las que al sacudir el instrumento producen ruido.

BOMBO:
Por lo común se construye con un tronco de árbol ahuecado y con dos o una sola membrana, de cuero de oveja, guanaco u otro animal; los expertos cuentan que los mejores parches son de cuero de cabra y de oveja (uno en cada boca del bombo); las correas pueden ser de suela o de cuero crudo. Su zona de dispersión es común a la de la caja, ya que se lo utiliza en Jujuy, Santiago del Estero, Tucumán y La Rioja. La denominación que en algunas oportunidades se le da al bombo de "legüero", responde al hecho de que, según el tamaño, puede ser oído a varias leguas del lugar de origen. Es muy usado como instrumento acompañante en las orquestas folklóricas, viene a ser el "bajo".

CAJA:
Está construida con madera de tala, nogal, cardón sauce, etc. y con dos parches que pueden ser de oveja, cabra u otro animal. Con la madera se hace el "aro" del instrumento, y los parches son las membranas que, puestas en tensión sobre el aro, vibran.
Se utiliza en La Rioja, San Juan y Santiago del Estero; también en Jujuy, donde se lo denomina "uancara".

lunes, 4 de julio de 2011

ARTE – II BIMESTRE – 3ro de Secundaria

Danzas afroperuanas

Las danzas afroperuanas son aquellas creadas por los pueblos de ascendencia africana en el Perú.En la época virreinal, los pueblos de ascendencia africana poco a poco se fueron adaptando a las nuevas costumbres, aunque trataron de conservar su acervo cultural, principalmente musical, el mismo que poco a poco se acriolló y se desarrolló en una cultura afro peruana propia. De ese original mestizaje de las culturas indígena, europea y africana nacieron los bailes de expresión negra en el Perú.

La mejor expresión de alegría o tristeza de esta cultura afro peruana es bailar al ritmo de los tambores de sus antepasados africanos.

Lenguaje rítmico

Los negros en el Perú, con su ingeniosa alegría y rica cultura, utilizaban todo lo que les pudiera sugerir ritmo para crear sus músicas y sus bailes con la combinación de la sensualidad ritual siendo el lenguaje corporal muy importante en sus movimientos, con coplas y pregones, los que con sus voces profundas, sus manos y cuerpos, se fueron introduciendo inteligentemente en la sociedad de la época colonial. En la actualidad hay un folclore negro típico peruano.

Danzas afroperuanas

Agua'e nieve

Baile de zapateo competitivo entre bailarines independientes de ambos sexos acompañado con guitarra, con claros giros de procedencia española. Se practicaba en el norte chico de la costa central, provincia de Huaral. El principal cultor de este género era don Porfirio Vásquez, oriundo de Aucallama, junto al maestro de guitarra don Vicente Vásquez. Don Porfirio hizo el registro de esta melodía, que fue grabada en el disco "Cumanana", que dirigió Nicomedes Santa Cruz en la década de 1970.

Amor fino

Género musical de competencia cantado en el que participa un número indeterminado de personas. No se baila. Se practicaba en Lima y en el norte chico, sobre todo en Aucallama. Acompaña un guitarrista. En el barrio limeño de Malambo destacó en su cultivo don Mateo Sancho Dávila integrante y cabeza visible de decimistas conocidos como "los doce pares de Francia". Se recuerda una melodía que la difundió don Augusto Ascuez, quien decía que el Amor Fino es muy alegre. Por lo general se cantaba al final de un baile familiar o social en rueda de ocho cantantes y con el guitarrista al centro. La regla prohibía repetir el verso que ya hubiera sido cantado. Termina la competencia al quedar solo uno de los cantantes.

Alcatraz

Danza del género Festejo, vigente especialmente en Lima e Ica. Es una danza erótica festiva, de pareja suelta. Hombre y mujer llevan en la parte posterior de la cintura, un trapo, un pedazo de papel o algo similar; el hombre con una vela encendida trata de prender el ¨cucurucho¨ mientras la mujer baila moviendo las caderas. Actualmente en la coreografía también la mujer trata de quemar al hombre. La música es interpretada por solista y coro de cantantes, guitarras y percusión, los temas más conocidos pertenecen a Don Porfirio Vásquez y a su hijo Abelardo como “Al son de la tambora” y “Negrita ven” respectivamente.

Baile de frente u ombligada

Baile erótico festivo, ya extinguido. Hombre y mujer bailaban en clara alusión a la fertilidad. Nicomedes Santa Cruz alude a esta danza como una de las fuentes originarias de la Zamacueca y/o Marinera Limeña. Observando similitud con las danzas de iniciación sexual de otros países como Cuba o Brasil, donde se practicaba el “vacunao”. Una referencia a este baile encontró A. Hesse en Moro en Chimbote en 1977.

Baile'tierra o Golpe'tierra

Vigente en Saña, Lambayeque. En varios países sudamericanos se habla de los "bailes de tierra", (especialmente en Chile) que según algunos se denominan así para diferenciarlos de los que se bailan en tabladillo o escenario. La canción "Los negros del Combo", cantada por el señor Tana Medina en Saña, es un golpe’tierra, con marcadas similitudes con el tondero.

Cabe

El cabe era una especie de danza y ritual, donde dos participantes entraban en un círculo formado por personas al son de los tambores, entrelazaban sus piernas a modo de enfrentamiento cuerpo a cuerpo y a modo de entrenamiento físico. Actualmente este arte se ha perdido.

Canto de jarana

La marinera limeña es conocida como "canto de jarana", en la que cantantes de manera individual o en dúo establecen una competencia literaria y musical, respetando una estructura.

Conga

Tendría similitud con la zamacueca. Elogiada y descrita por Ricardo Palma como una expresión creada durante la revolución de don José Balta en Chiclayo, sin embargo existe información de que tal forma musical ya existía desde antes. Mejía Baca afirma que es un género que se cultivaba para resaltar eventos o acontecimientos históricos, así se puede constatar por ejemplo con la presencia de la Fiebre amarilla u otros acontecimientos que impactan en la sociedad.

Congorito

Forma de Festejo cuya característica fundamental es la repetición del estribillo que dice: "congorito digo yo, congorito" alternándose con cuartetas diversas. Es uno de los festejos más antiguos que se recuerdan, cuya letra fue recopilada en 1938 por Rosa Mercedes Ayarza de Morales.

Copla

Cuarteta de procedencia española, que se canta o se recita. Generalmente se construye en octosílabos (el verso más popular en el cancionero peruano y latinoamericano). Debe haber sido la que origina la llamada Cumanana. Se le dice Copla a la cuarteta recitada en el intermedio de la marinera norteña.

Cumanana

Género literario musical. No es bailable. A veces se canta en competencia. La Cumanana se encuentra vigente en la costa norte peruana (Piura, Lambayeque y Tumbes), habiendo variantes entre la lambayecana (Saña, Batán Grande, Ferreñafe), con las piuranas (Morropón) o las tumbesinas. También se cantan cumanana en la zona andina de Piura (Huancabamba) con melodía de corte indígena. Como género literario permite tratar todo tipo de temática: religiosa, amorosa, política, etc, siendo material importante en la reconstrucción de la historia regional y el punto de vista popular.

Recientemente la musicóloga Chalena Vásquez, expuso sobre el origen Kikongo de la palabra Kumanana, cuyo significado corresponde a un verbo en reciprocidad: el saber, el tener conocimiento. La palabra se analiza así: Ku (inicio de verbo) man (raíz verbal: saber, de tener el conocimiento) an (significa el verbo en reciprocidad) - a (es final del verbo en kikongo ya letà)

Danza Habanera

Género musical de Cuba, transformación a su vez de un género originario de las Islas Canarias. Regresa a España incorporándose a la Zarzuela, siendo muy popular en América hispana. Es uno de los ritmos que da nacimiento al Tango. Su temática es libre, dedicada especialmente al tema amoroso. Generalmente es un ritmo lento, pero acelera su dinámica de acuerdo a la temática del texto.

Danza de Pallas

Danza colectiva femenina que se baila en Navidad y Fiesta de Reyes en la Región Ica. Las Pallas (palabra quechua que alude a doncellas) o pastoras, se baila principalmente en la zona de El Carmen, el distrito y sus caseríos en Chincha. El coro femenino y la solista mujer cantan villancicos alternando con pasadas de zapateo. Se acompaña con guitarra. Las bailarinas llevan bastones de ritmo, llamados "azucenas".

Décimas

Forma literaria que tiene intensa práctica entre la población negra en toda la costa peruana, permite tratar todo tipo de temas con sutil humor, mostrando destreza literaria e ingenio. Cuando se cantan, según Nicomedes Santa Cruz, se les llamaba Socabón. La décima, generalmente trabajada en octosílabos, rima sus versos de la siguiente manera:

A B B A A C C D D C

Este tipo de décima está vigente en varias localidades norteñas: destacaron Brando Briones en Saña, Fernando Barrenzuela en Chulucanas (Morropón) y Juan Urcariegui en Lima.

Décimas de pie forzado

Son las décimas que se inician con una Cuarteta O Copla cuyos versos terminarán cada una de las décimas de manera obligatoria. Don Nicomedes Santa Cruz versa ampliamente sobre el tema en el libro "La décima en el Perú" (1982). Luis Rocca en su libro "La otra historia" consigna gran cantidad de décimas, particularmente del pueblo de Saña.

Festejo

Género musical y dancístico de tipo erótico-festivo, de parejas independientes o interdependientes. Vigente en Lima e Ica, especialmente en Cañete y Chincha. Guillermo Durand, afirma: es un baile para pareja suelta sobre la base de movimientos pélvicos-ventrales. Parece ser la más antigua de las manifestaciones propias de la negritud, que dio origen a una serie de bailes con coreografía propia (como el Alcatraz, el Inga, entre otros).

El acompañamiento instrumental, originalmente debió ser exclusivamente rítmico: tambores de parche sobre madera o botijas de arcilla, calabazas de dimensiones diversas, cencerros de madera y palmas. Posteriormente se enriqueció con instrumentos de cuerda como la vihuela y posteriormente, la guitarra.

Hatajo de negritos

Cuadrilla, comparsa o grupo de baile masculino conformado por parejas interdependientes que se organiza popularmente para adorar al Niño en Navidad y se basa en la dinámica de los villancicos navideños españoles. Está vigente especialmente en el departamento de Ica, donde es practicada por niños y jóvenes al mando de un Caporal. Se canta y baila con acompañamiento de violín y campanillas que llevan los bailarines en las manos.

Ingá

Voz onomatopéyica del llanto de un niño, es una danza colectiva que se alinea al género Festejo, ya que muestra una rítmica similar. Es probablemente el mismo ritmo pero con "coreografía propia": un corro de bailarines y cantantes rodean a uno de ellos en el centro quien tiene en sus brazos a un muñeco -simulando un niño- mientras baila. Luego pasa el muñeco a otro danzarín del ruedo quien bailará a su vez al centro. Aunque por el movimiento corporal del baile podríamos hablar de una danza erótico-festiva, el hecho de pasar el muñeco también nos indica una práctica para ordenar un juego (inclusive de niños).

Landó

Género musical y coreográfico cuyo origen aún no está claramente dilucidado. Algunos investigadores aseveran que el vocablo viene de la voz Lundú. Según don Vicente Vásquez (en una entrevista de 1978), la primera noticia que tuvo del Landó era una versión fragmentada de un pregón que decía "Zamba malató landó". Esta canción fue grabada por Nicomedes Santa Cruz en el disco "Socabón", a la cual don Vicente Vásquez le pone acompañamiento guitarrístico.

Los grupos profesionales de música suelen considerar al Toro mata como perteneciente al género Landó. Cabe recordar que Cecilia Barraza grabó una recopilación hecha por Caitro Soto de un tema tradicional de la zona de Cañete llamado Toro mata. Sin embargo, en la zona de Cañete los pobladores lo identifican como un género con nombre propio: "Toro Mata" (atestiguado en una investigación de campo de 1978 realizada por la musicóloga Chalena Vásquez).

Estos dos temas: Toro Mata y Zamba malató, son tomadas como base para la elaboración o consolidación del género conocido actualmente como Lando, a través de logradas composiciones de autores como Chabuca Granda y Andrés Soto.

Marinera

Danza de parejas derivada de la Zamacueca, vigente en todo el Perú. Los orígenes de la marinera han motivado encendidas polémicas entre africanistas, hispanistas e indigenistas. En la actualidad es una danza que se practica en todo el país adquiriendo en cada región características particulares, siendo las más reconocidas: la marinera limeña o Canto de jarana, la marinera norteña, la marinera serrana -con variantes en cada departamento- la marinera arequipeña o pampeña.

Es en la Marinera Limeña o Canto de Jarana en donde se constata una participación especial de la población negra, que practicaba la zamacueca. Solistas o dúos cantan acompañados de guitarras, palmas y cajón. Es canto en contrapunto cuya estructura literaria y musical es bastante compleja y única en el país. La estructura literaria y musical puede estudiarse en los textos de Abelardo Vásquez (Instituto Nacional de Folclore) en el de Pepe Bárcenas (l990) "Su Majestad, la marinera" y en la Tesis de Tompkins (l981). Don Fernando Romero es uno de los estudiosos más serios de la Marinera Limeña y prueba cómo es que proviene de la Zamacueca.

Moros y cristianos

Representación teatral de la batalla entre Moros y cristianos, como auto sacramental que fue enseñado por los españoles en su afán de catequización. En algunos lugares el sentido cambió totalmente haciendo "ganar a los moros frente a los cristianos". La recuerdan en la zona de Cañete, Chincha, así como en Chulucanas. Una descripción de esta muestra de teatro popular, se encuentra en Erasmo (Mar y Carbajal, 1974)

Mozamala

Nombre de una comedia en un acto: "La moza mala" en la cual una dama limeña de apellido Aguilar, bailaba lo que en aquel momento llamaban ‘guaragua', que posiblemente era muy parecida a la zamacueca." (Toledo, l990). A la Marinera también se denominó "mozamala" durante cierto período en que la danza se consideraba "indecente" por su corte erótico-festivo.

One step

Este ritmo norteamericano difundido por la radio y por el cine se acepta y practica en los ambientes criollos en el Perú, con el carácter de una polca rápida en la que se puede cantar sobre diversos temas. Se sabe que Felipe Pinglo tiene en su repertorio varias composiciones de este género.

Ombligada

O "Golpe de frente", danza ritual-festiva alusiva a la fertilidad. (Inf. Axel Hesse, l978)

Panalivio

Con el mismo nombre conocemos dos tipos de canciones especialmente practicadas por sectores negros. Una de ellas es una mudanza del Hatajo de Negritos, teniendo en Amador Ballumbrosio y sus hijos los mejores cultores. Se compaña con violín y se realiza contrapunto de zapateo. La otra versión del Panalivio es como un lamento lento -parecido a la danza habanera- como es la canción "A la Molina no voy más".

Pava

Danza extinguida de posible origen indígena. Se dice que en el norte del Perú existía una danza que imitaba el apareamiento de la Pava Aliblanca de origen prehispánico. Algunos estudiosos como don Guillermo Riofrío (compositor piurano) ve en esta coreografía los antecedentes del Tondero piurano. La marinera norteña adopta pasos de este género, la falda con que se baila la marinera mimetisa a la Pava.

Polka

Danza de procedencia europea. Se practicó en Lima y en toda la costa, habiendo sido cultivada por muchos compositores a criollos entre los que destaca don Pedro Espinel. Sin embargo la polca decae en su práctica y en la actualidad este género musical está relacionado con el deporte, tanto es así que casi todos los equipos de fútbol tienen como himno una polca.

Pregón

Canto cuya función es dar a conocer productos diversos para la venta, han sido desarrollados musicalmente por varios autores como Rosa Mercedes Ayarza de Morales. De ritmo libre, el Pregón se caracteriza por notas alargadas y cambios de registro en la voz; efectos con los que se busca llamar la atención de los posibles clientes. Se recuerda especialmente el pregón que anunciaba "Revolución caliente".

Resbalosa

Parte de la Marinera Limeña o Canto de Jarana. Se dice que lleva ese nombre por el tipo de paso al bailar, el típico "escobilleo" que es como "resbalar" los pies. Sin embargo en otros lugares se llama Refalosa, que viene posiblemente del verbo "refalar" que significa quitarse una prenda, despojarse de algo" en castellano antiguo. Es probable que su nombre original haya sido Refalosa y que luego se haya cambiado. La Refalosa o Resbalosa era una danza independiente, en la actualidad en el Perú se encuentra siempre siguiendo a la Marinera Limeña. Por los movimientos de mayor carácter festivo-erótico y otras referencias, la coreografía habría tenido mayor similitud con la Zamacueca. (ver Romero, l988: 231)

Saña

Canción del pueblo del mismo nombre interpretada por solista y coro. Se caracteriza por su anticlericalismo según indica el historiador Luis Rocca. Está formada por tres partes muy diferenciadas, una primera parte lenta, que es la Zaña o Saña propiamente dicha (difundiéndose la versión coral que hiciera R. Alarco), una segunda llamada también glosa y una tercera o fuga. Esta misma estructura daría lugar al Tondero como lo conocemos en la actualidad. (Rocca, Luis, 1985:120)

Socabón

Según Nicomedes Santa Cruz se le llama así a la Décima cantada. (Santa Cruz, l974) Dice don Fernando Romero que es un baile de negros peruanos, que se ejecutaba solamente en los galpones donde solían vivir, sin acompañamiento de instrumentos y acompasado sólo por una melopea sin palabras.

"Fue prohibido por lo lascivo de la coreografía pero clandestinamente sigue bailándose (...) El toque de la guitarra era el llamado Socavón (sic), ritmo poco monótono y que era el mismo para todas las décimas" (cita a Erasmo Muñoz en: F. Romero, l988:245)

Son de los diablos

Danza que se origina en Lima, en el Corpus, y pasa luego a ser danza de Carnaval. Representa al diablo (con máscaras, rabos, tridentes) y salía por las calles como una Comparsa al mando del Caporal hasta la década de 1940 (Vicente Vásquez. Entrev. l978). La coreografía incluía pasadas de zapateo y movimientos acrobáticos así como gritos para asustar a los transeúntes. Se acompañaba con guitarras, cajita y quijada de burro.

Tondero

Baile de parejas independientes vigente en Tumbes, Piura y Lambayeque. Morropón (Piura) y Saña (Lambayeque) disputan por ser la fuente originaria del Tondero. Ambos lugares son importantes asentamiento de población negra. En Saña se dice que el Tondero viene de la voz "Lundero", que sería para nominar a los que tocaban o practicaban el Lundu, ya que una de las canciones más importantes -Zaña o Saña- contiene repetidas veces y como estribillo "Al lundero le da", o "a lundero le da" a lundero le da, Saña!, a lundero le da"

Así, una primera parte -lenta- de este canto canta con ironía diversas facetas de la vida cotidiana de Saña - a esta parte le llaman Saña- y luego entra con ritmo acelerado y sincopado el golpe de Tondero -en Cajón o en Checo- al que se llama Tondero. Algunos estudiosos relacionan la coreografía del tondero con una danza indígena que imitaba movimientos de emparejamiento de la Pava Aliblanca de origen prehispánico.

Triste con fuga de tondero

Forma musical compuesta por una parte lenta muy parecida al yaraví y que en el norte se le llama Triste, con giros melódicos de procedencia andina, al parecer es una variante que deviene del Harawi y otra parte rápida -con entrada en bordones característica y obligatoria- que podría devenir de un golpe de tambor o de marímbula (sin estar probada aún esta hipótesis). Como género musical es una de las más claras muestras de mestizaje hispano-afro-indígena.

Es importante observar comparativamente la armonía bimodal del Tondero (mayor-menor) y los giros pentatónicos que pueda haber en sus melodías, elementos que enfatizan el carácter indígena de esta forma musical.

Toro mata

Canción recopilada en Cañete y en El Guayabo (Chincha) (ver: Tompkins, l981). Difundida comercialmente como perteneciente al género landó (si bien en Cañete se le considera como un género propio). Existen varias versiones del Toro Mata, recopiladas por Tompkins entre l975 y l976. Este investigador dedica un capítulo de su tesis (cap. 10) a este género musical, consignando cinco versiones, y un comentario analítico de las mismas. (Tompkins, l981: 306-324)

Valse

Valse o vals, género musical europeo ampliamente difundido en toda América. La transformación de este género lleva a la formación del vals criollo peruano cuyas características rítmicas provenientes de la práctica popular -especialmente de la población negra- son especialmente sincopadas. Esta característica se ve acentuada con la presencia del cajón acentuando el juego entre patrones de 6/8 y ¾. De tal manera que las palmas actuales llevan un ritmo binario, mientras al bailar se sigue marcando ¾. Los instrumentos juegan indistintamente con ¾ y con 6/8, así también la acentuación del texto al cantar. Don César Santa Cruz ha realizado un trabajo sobre el vals criollo y da a conocer las diferentes influencias que han intervenido en su evolución (Santa Cruz, l989) y Llorens (l983) se refiere a este género y su desarrollo en Lima entre l900-l940.

Villancico

Canción para Navidad, de procedencia española. Algunos incorporados a danzas contienen alusiones a diversa temática y no solamente la religiosa, como en el Hatajo de Negritos, y las Pallas, en Ica (Vásquez, l982). Asociada muchas veces al canto de pastores, dedicado al Nacimiento de Jesús, este género musical se encuentra en danzas campesinas, así como aquellas que representan pastores (Vásquez, Ch. Inv. campo. Cusco,l984).

Yunza

Se llama así a uno de los eventos de la fiesta de Carnaval en el que se adorna un árbol y se van turnando las parejas en cortarlo con un hacha hasta que cae. Canción de Yunza es "Huanchihualito" que se interpreta en el Guayabo, Chincha, con coplas diversas que se improvisan alternando con el estribillo de "huanchihualito, huanchihualó/ para amante sólo yo "... coreada por los bailarines en rueda.

Zamba landó

Es una pieza del género del Landó cuyo estribillo dice "Zamba-malató-landó", que fue reconstruida para una grabación en la década de 1960. Don Vicente Vásquez creó el acompañamiento guitarrístico.

Zamacueca

Género musical anterior a la Marinera, al parecer fue una danza muy difundida desde la capital del Perú, hasta Bolivia, Argentina y Chile. Don Fernando Romero (l939) demuestra que es esta misma danza la que da lugar a la Marinera, así como da una aproximación etimológica en su trabajo sobre Afronegrismos. (Romero, l988:274). Se bailaba en el festival de Amancaes a fines del siglo XIX y principios del siglo XX

Es una danza de corte erótico-festivo que fue censurada por sus movimientos "atrevidos" (Toledo, l990). Victoria Santa Cruz la reconstruye en la década de 1970, tomando como modelo el vestuario que aparece en las acuarelas de Pancho Fierro y con las referencias del musicólogo argentino Carlos Vega. En la actualidad se conocen algunas Zamacuecas creadas especialmente para el espectáculo, mas no se encuentra en la práctica popular espontánea.

Zapateo

El zapateo afro peruano es una competencia entre bailarines al compás del cajón afro peruano y la guitarra de origen árabe. El zapateo afro peruano tiene origen en bailes de África. Se divide en Zapateo en Mayor y en Menor, definidos gracias al guitarrista don Vicente Vásquez, quien continuando a su padre, don Porfirio Vásquez registró las melodías principales de esta forma musical. Las pasadas de zapateo tienen un reglamento, como juego de competencia. El zapateo afro peruano requiere adiestramiento y habilidad, y se circunscribe usualmente a los grupos o personas que practican la música y la danza profesionalmente, pero es importante observar que esta forma musical y danzaria se practica en las festividades de El Hatajo de Negritos en el sur de Lima así como en La Danza de las Pallas en el departamento de Ica.

Zambapalo

En el trabajo de Tompkins sobre la música afroperuana consta una serie de danzas que fueron difundidas de alguna manera en Hispanoamérica. Muchas de ellas quedaron solamente en las citas de cronistas, una de ellas es el Zambapalo.

lunes, 25 de abril de 2011

ARTE - I BIMESTRE - 3ro Secundaria

 

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